¡Qué blandos ojos
sobre tu camiseta!
No sé. Pero tenías
de todas partes, largas
mujeres, negras aguas.
Quise decirte: hermano.
Para incestar contigo
rosas y lágrimas.
Duele bastante, es cierto,
todo lo que se alcanza.
Es cierto, duele
no tener nada.
¡Qué linda estás, tristeza:
cuando así callas!
¡Sécale con un beso
todas las lágrimas!
¡Que el tiempo, ah,
te hiciera estatua!
era un ombre muy fuerte y muy grande
Su final me impactó, seguro que luchó como los grandes…Él Descansa ahora, Samara..Gracias por tus palabras y entrar en mi pequeño rincón..Un abrazo.